Ella es Diana, no importa si esa foto es de sus mejores días, solo se que es ella, un pequeño instante de una gran mujer, que se atreve como Maria Luisa a Volar , aunque a veces sus miedos son tan altos como sus esperanzas de ser feliz.
Es suave de caminar, se rie como el oceano, sus ojos son dulces y sus manos y cuerpo un refugio eterno , porque ella, es muy tranquila, serena y pasional, aunque muy pocos se han dado cuenta.
Hace unos días me la encontré , ese tarde no llovía, pero igual las nubes se escondieron con sus palabras, me mostró su bondad la suavidad de sus historias y ese instante de ganas de querer vivir.
Hablamos de todo mientras yo intentaba recorrerla para no olvidarla, me contó de sus dos ángeles, nacieron el mismo día, a la misma hora y son ellos mismos al mismo día a la misma hora quienes la aman profundamente,
Hacia mucho no escribía, pero ella logro que el poeta navegara en sus instancias, recuerdos, extraños momentos y alegrías de una vida que empieza con cada sol.
Al terminar de hablar , la volvi a mirar, recorri sus historias, se subió a un taxi, y me di cuenta que Cortazar tenia razón, aun existen María Luisas...
Es tarde , el vino se acabo y fue gracias al facebook a una foto y su sonrisa que la encontre, como una mariposa de inicios de agosto en vientos de julio.
